En un accidente de tráfico se ven envueltos un hombre de negocios y un hombre más joven. El hombre de negocios enojado después de un día de perros decide emprenderla con el hombre joven. Pinta un circulo en la tierra y dijo:
– ¡No te muevas de ahí!
Después coge un palo del suelo y empieza a golpear al coche, rompiendo la luna delantera y un intermitente. Cuando se gira ve como el otro hombre tiene una sonrisa en la cara. Enojado por la actitud, el hombre de negocios sigue con más ahínco en la rotura del coche, destrozando la luna trasera y los pilotos. Vuelve a girarse y ve como el hombre joven está riéndose. Así que decide destrozar la chapa del coche. Cuando se vuelve a girar el hombre joven sigue riéndose de forma grotesca. El hombre de negocios ya fuera de sus cabales decide rociar el coche con gasolina y prenderlo. Por último, al girarse el hombre ve como el hombre se esta tronchando de risa. Extrañado el hombre le pregunta:
– ¿Y a ti qué te hace tanta gracia?
A lo que el hombre joven le dice:
– ¡Cuando no me veías me he salido del circulo!
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